viernes, 12 de marzo de 2010

Daniel Cassady "De lo analógico a lo digital"



Por José Manuel Jiménez

Desde hace algunos años términos como: Chat, Internet, CPU, E- mail, computadora, Mp3 entre otros, han sido muy usados y abundan sobre todo en el lenguaje de los adolescentes, aunado a esto, se ancla a ellos ideas como futuro, desarrollo educativo y avance tecnológico. La mayoría de nosotros está de a cuerdo con esto, pero…me pregunto si don “Sisaías” señor de 60 años vecino en el municipio de Panotla Tlaxcala dedicado al campo y albañil de oficio piensa lo mismo ¿Habrá escuchado hablar de ello almenos?
Sin duda tanto en el país como en el mundo entero hay muchos casos como el de don Sisaías, sin embargo las posibilidades de comunicación traídos por los términos arriba mencionados es innegable, ya sea para bien o para mal.
El texto de Daniel Cassady titulado “De lo analógico a lo digital” revisado en la clase de comunicación de un servidor, trae a colación y compara la manera en que la información fluía en el pasado y en nuestro presente, así como su acceso a la misma. Menciona las ventajas y desventajas de ambos entornos, proponiendo un equilibrio de su uso para lograr una armonía entre ellos.
En este pequeño escrito no se analiza el texto de Cassady, tampoco es un resumen o ensayo, simplemente se plasman algunas reflexiones, sentimientos e ideas que surgieron a un servidor durante la lectura del mismo.
Jamás me había puesto a pensar la magnitud en cuanto a costos ecológicos que trae consigo las toneladas diarias de papel utilizadas para todo tipo de documentos y materiales impresos, a su vez, en las también toneladas de basura digital medidas en Kb, Mb, Gb etc., que se suben a internet.
¿Cuánta de la información almacenada en servidores será de verdadera utilidad?
Así como las editoriales de prestigio tienen personal que filtra el contenido de los libros, en la red existen robots digitales como el de wikipedia que corrigen errores gramaticales, evitan el vandalismo digital como lo es subir groserías en textos académicos o plagio entre otros. Es ciertamente sorprendente el paradigma en que nos encontramos.
Hace algún tiempo escuche por radio que las contracturas y molestias oculares son cada vez más frecuentes para quienes trabajan frente a una pantalla. Cuando oímos a alguien decir “El autobús se hizo casi cuatro horas para llegar a casa” nos parece un viaje largo y pesado, es irónico lo habitual que es escuchar cosas como “Ayer me pase seis horas en internet descargando música, ni las sentí, ya quiero salir del trabajo para llegar y continuar”. Sin darnos cuenta nos hemos creado hábitos no propios del ser humano, muchas veces por necesidad, otras más concientemente y tomando las debidas precauciones pero son muy pocos esos casos, lo seguro es que está ocurriendo y de alguna manera hay que estar preparados para ello.
Con el apresurado desarrollo de tecnología e información a gran escala, se generan nuevas formas de conocimiento pero nacen también por mayoreo nuevas formas de desconocimiento, fíjense que tan rápido nos desarrollamos que ya hasta le pusimos nombre, se llama: “Analfabetismo tecnológico”.
¿Será en igual cantidad los beneficiados y afectados con la era digital?
Me recuerda lo que alguna vez dijo “Nietzsche” La verdad, a través de los siglos, es quien mayor número de pretendientes ha tenido, pienso que en nuestros días podría ser al revés pues es más fácil acceder a conocimiento basura que a la verdad. Preferimos consultar entretenimiento insano que consultar manuales, instructivos, recetas, música, noticias, televisión satelital, cursos de idiomas, historia, geografía, astronomía, métodos de enseñanza, biología, medicina etc., es una lástima.
De momento el bajo precio de acceder a la información a través a internet nos permite tenerlo como abrevadero, no obstante está siendo colonizado y por ende no pasará mucho tiempo para que nuestro bolsillo se deba desprender de algunos billetes para comprar textos y material de utilidad.
No olvidemos la inseguridad digital, si pensábamos que salir a las 12 PM al cajero es peligroso, peor aún lo son compras o transacciones bancarias por la red. Pillos sin nombre ni rostro se hacen millonarios con las inocencias de muchos usuarios. Nuestro gobierno aplicó un nuevo impuesto por efectuar montos bancarios grandes supuestamente para detectar pagos del narcotráfico y desvío de fondos, pero al mismo tiempo nace un portal para hacer pagos bancarios digitales sin problema alguno y por el monto que sea, pero bueno estamos en el país del “no pasa nada” nos gusta hacernos los ciegos y mudos ante tales situaciones incongruentes.
Hay muchos temas en los que Cassany me hizo pensar: El arte, la prevención de enfermedades por internet, lectura, escritura, sugiero que vayamos cultivándonos y hagamos lecturas como la de Cassany para crecer como personas y profesionales. Ese texto en particular es una invitación a recapacitar, a saber que tenemos opciones, a valorar las posibilidades de comunicación que tenemos en las manos y difundirla. Don Sisaías no imagina que puede ver y comunicarse con sus hijas quienes viven es Estados Unidos por medio del chat con video y voz, en las próximas vacaciones de Semana Santa pasaré a visitarlo y le platicaré sobre ello, ya quiero ver su expresión. Ojalá pueden comunicarse, ustedes también comuníquese y compartan sus ideas.

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